Parte de la colección del Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León finalmente desembarcó en el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires y se podrá visitar durante todo el mes de Agosto de 2009.
A cargo del curador Rafael Doctor Roncero, esta muestra no pretende ser una simple presentación de obras contemporáneas en una sala de exposiciones temporales dentro de un museo. Todo lo contrario. La muestra Huésped convive con parte de la colección permanente del Bellas Artes obligando a los espectadores a recorrerla buscando las obras contemporáneas y, por momentos, sorprendiendo al espectador distraído.
Resulta interesante que la muestra no pretenda mantener una única visión argumental sino que busque mostrar los distintos espacios por los que se mueve el arte contemporáneo actual. La intención es plantear un juego entre dos instituciones muy dispares que cuentan con colecciones distantes en el espacio temporal. Desde el hall de entrada hasta el pabellón externo el visitante se va topando con diferentes obras de la Colección MUSAC.
La muestra está dividida en cinco espacios conceptuales y arquitectónicos muy diferentes. En el hall y la escalera –el espacio de bienvenida del museo- nos topamos con obras de Matías Duville, Enrique Marty y Silvia Prada. Duville es un artista argentino que expone por primera vez en Buenos Aires su mural Cover creado especialmente para el museo leonés.
En uno de los pasillos de la entrada vemos una instalación con luces de Julian Opie que simula a una mujer caminando titulada This is Kiera Wlaking. Esta obra interactúa con dibujos de Prada en los que, mezclado pop art, grafiti y minimalismo, representa a personajes de la cultura pop actual –Kate Moss, Eminem, Robbie Williams y Tom Ford- con un trazo bastante simple pero continuando el diseño sobre la pared y por fuera del marco del dibujo.
En las salas donde se encuentra parte de la colección permanente del Bellas Artes, grandes clásicos como Édouard Manet, Claude Monet y Gaugin dialogan con obras contemporáneas de artistas como Yasumasa Momisura, Gregory Crewdson, Pierre Gonord y John Gerrard. Es intrigante ver a los dibujos de la serie Disparates de Goya interactuar con fotografías de Gerrard o ver a dibujos de la serie Caprichos de Goya intercalados con dibujos de Marcel Dzama.
En otro de los espacios, frente a obras constructivistas como los Paneles de Sombra Nevel Som y a lado de obras decollage como Olímpico de Rotella, aparece una intrigante fotografía de Aziz + Cucher de su serie Dystopia: un retrato de dos personas con sus ojos y boca borrados –referentes de la fotografía con photshop contemporánea.
Seguimos nuestro recorrido y antes de entrar a la sala de exposiciones temporales nos topamos con una escultura digital de John Gerrard llamada Smoke Tree 4. Como el título anticipa, la obra es una fotografía de un árbol cuya copa está formada por humo. La pantalla que muestra esta escultura digital es móvil: el visitante puede girarla sobre su eje para ver todos los costados de este árbol humeante.
Cuando entramos a la sala, el curador de Huésped planteó una muestra con un marcado carácter crítico –en torno a la desilusión y decepción en la que se encuentra el mundo en el ámbito político, social y urbanístico- mientras repasa diferentes medios y disciplinas artísticas contemporáneas. La sala parece vacía y despojada pero al entrar nuestros oídos se inundan con alaridos: parte de la obra Boot de Tomy Oursler en la que se proyecta la imagen y sonidos de una mujer sobre una cabeza de muñeca de trapo apoyada en el zócalo de la pared entre dos botas texanas que parecen pisarla –una de las mejores obras de toda la muestra.
Otra de las obras que acaparan la atención es un video de Hiraki Sawa titulado Deweling en el que convierte una casa en una pista de aterrizaje de pequeños aviones que despegan, vuelan y aterrizan cruzándose por las habitaciones. Esta obra se complementa con dos fotografías tituladas Plane Portfolio que fueron tomadas durante la filmación.
La crítica política está a cargo de Ignasi Aballi -con obras de su serie Listados-, de Zwelethtu Mthethwa –que retrata con tres fotografías la realidad de los africanos que trabajan la caña de azúcar-, pinturas de Muntean & Rosemblum, fotografía de Andreas Gursky y de Allan Sekula que muestra las emociones que experimentan voluntarios limpiando un derrame de petróleo.
El ejemplo de instalación contemporánea está a cargo de MP & MP Rosado. Compuesta por dos figuras de personas y tres árboles Han dormido mucho en el bosque no llega a cubrir las expectativas generadas por la instalación del hall de entrada en la que Marty colocó tres esculturas de enanos contemplando la Santa Conversación de Pisano Nicolo.
Por último, en un espacio anexo a la sala se presenta una interesante selección de videos de la Colección MUSAC que, si bien son muchos, vale la pena verlos.
La muestra HUÉSPED nos acerca a casi todas las técnicas y temas utilizados por artistas contemporáneos. La forma en la que está expuesta en Bellas Artes nos obliga a repensar la tensión entre el arte clásico y el contemporáneo o la evolución del arte. Es una muestra que sorprende, descoloca al visitante que conoce el museo e invita, al que no lo conoce, a descubrirlo. Después de escuchar a dos señoras decir –perplejas- “bienvenidos al siglo XXI” mientras observaban un desnudo masculino de Sam Taylor Wood puedo afirmar que la Colección MUSAC cumplió su objetivo.
Publicado en http://espanol.upiu.com/Culture/
viernes, 7 de agosto de 2009
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Estuve el viernes en bellas artes. La muestra es genial!!!!!!!!!!!! Un consejo: no se vayan del anexo sin hojear los libros que estan sobre la mesa bajita en el medio de la sala. Sientense en uno de los puffs y miren un poco.
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